Pues han pasado casi 44 días,
desde aquella vez que jugué D&D, fue presencial, fue hermoso, todos reíamos,
y pasábamos un buen rato, ya saben compramos coca cola, botanas, y por
el calor del puerto una caguama, el rol sucedió tal como debía pasar, casi nos
matan, salvamos la misión, y todos emocionados nos pusimos de acuerdo para la
siguiente sesión. Esa misma noche dijeron que el primer caso confirmado de
COVID19 había llegado a menos de 4 kilómetros de donde jugábamos.
Hace meses a ese día, ya había
planeado retomar la mastereada, lo extrañaba, bueno a cierto nivel lo extraño,
no hay nada como narrar a las personas, en este caso a un grupo de amigos, y
pasar un buen rato jugando rol. Así que en cuanto supe que habían declarado
cuarentena , me puse a investigar cómo le hacían actualmente para jugar, claro
que sabía de algunos programas y demás, pero hace más de 5 y 7 años intente dar
juego virtual, y no resulto tal como esperaba, de hecho hice un post al que llame Dungeon
Master Digital, en el 2015, derivado de lo anterior hice lo propio y desempolvé mi cuenta de Discord y de Roll20, y
me puse a investigar los artilugios con
lo que se contaba actualmente para dar juego, fue mi sorpresa que ha cambiado
positivamente, todo es más estable, mas “bonito” más fácil de ocupar, y hay mas
tokens, mapas, en general, hasta cierto punto, es mejor. Solo tuve que comprar
una diadema con un micrófono decente por que el audio si era muy malo.
¡Actualmente hemos jugado
5 sesiones bastante interesantes, ya que, al parecer todos extrañábamos a el
rol, tal como lo conocimos, clásico mazmorreo, ir a la casa de un amigo,
comprar botanas y bebidas, sacar dados lápiz y papel, y jugar!
Si bien es cierto, estos
suplementos tecnológicos substituyen momentáneamente el deseo por el juego,
creo que en algún punto espero con ansias, tirar dados en una mesa y anotar en
una hoja mientras el game master o dungeon master nos destroza
satisfactoriamente.
Comentarios
Publicar un comentario