En el 2002, en una aventura de Calabozos y Dragones, mi Dungeon Master
Elhios me pidio que diera un background de un personaje que llame Uldhur, el
elfo oscuro. quien tenia una propiedad de caminar bajo la luz del sol
normalmente, tenia que justificar con una historia. He aqui esa historia:
Existen cuatro anillos que pertenecen al dios en la tierra, estos
anillos fueron regalados para que los bosques permanezcan con la armonía y el
perfecto ciclo de la vida en el tiempo, sin cambios, pacifico e inmutable.
Estos anillos son cuidados por diferentes razas: el de la luz cuidado por los
hombres al norte, el anillo del agua cuidado por los elfos, el de la tierra por
los enanos, y el del aire por los Medianos, estos anillos habían permanecido en
la perpetuidad del tiempo, llenos de vida, inmortales, majestuosos. Custodiados
por su guardián que de manera anónima escoltaban celosamente el regalo.
Sihel el portador del anillo de la luz, uno de los más importantes
hombres de su familia, no solo por el hecho de ser un gran guerrero si no por
que había sometido a sus enemigos con
palabras y la sabiduría de un gran líder magnanimo; ha si fue mucho tiempo...
prácticamente incontable.
Una noche las estrellas y selune bañaban de un azul pálido toda la
comarca del reino de los hombres; las guardias en los puestos vigías avisaron
una humareda móvil a través de los bosques y colinas y así fue en los 4 puntos
cardinales de estas tierras; 28 ejércitos de todas las razas de orcos se
proponían invadir a Lagrand “la torre de la luz”, 28 ejércitos con toda la
maldad y sin conciencia de piedad o razón corrían entre las ramas y árboles se
movían gimiendo y gritando en su idioma cosas terribles acerca de sus enemigos,
cosas semejantes de su inmunda
apariencia, las bestias corrían blandiendo la espada bastarda y en momentos se
veían como un centello de Selune jugaba sobre la espada o armadura opaca de
estos seres, los gritos y cuernos de guerra se elevaban en la bóveda celestial
y sonaban entre los árboles y el eco desaparecía ya muy lejos donde la luz bajo
la montaña se ocultaba entre los árboles; al igual sonaban la alarma en los
adentros del castillo, y no se sabía exactamente que era el motivo de este
batalla.
La batalla empezó sin orden y sin
comando, los orcos empezaron la batallas, pero dentro del torre, ya se preparaban
las flechas que sonaban por los aires y atravesaban cascos, armaduras, hordas
de orcos, y otras figuras humanoides ... los gritos de guerra que antes
motivaron a los trasgos ahora se tornaron de amargura y frustración, eran
gritos de desesperación y llanto, los jardines de la torre se tornaban magenta
con los cuerpos de las victimas caídas por los dardos que incesantemente
caían desde las afueras de Lagrand, los orcos empezaron a trepar las
murallas pequeñas con grandes escaleras y cuerdas, las armas se blandían en las
murallas y las flechas se oían en el aire, irónicamente Selune
solo se reflejaba en el río con una calma que cualquiera hubiera deseado .
Entre las paredes de Lagrand y la frontera del bosque septentrional se
llevo una contienda épica, La puerta principal al fin fue sometida por arietes
y los orcos lograron entrar al castillo, mientras en los otros flancos del
castillo se intentaba subyugar al enemigo. Las flechas, y las hojas afiladas de los hombres relucían ante selune
victoriosas, atravesando pedazos de carne, mientras los orcos
acompañados por trasgos y otras bestias, intentaban saquear el
castillo y los trasgos permanecían en la explanada de el castillo sobrellevando
la batalla y muriendo poco a poco con gritos y alaridos. El fuego quemaba los
cuerpos de algunos y entre la contienda este fuego se esparció en las techos de
las casas, y algunas ventanas del mismo castillo que se quemaban junto
con las cortinas, pastos secos etc.; casas, bodegas y establos fueron
saqueados, solo algunos orcos lograron salir con el motín.
Sihel bajaba unas escaleras ligeramente curveadas que llegaban al salón
principal del castillo dentro de la torre iluminada por el color del fuego que se
esparcía entre las blancas paredes de un gran salón, en la entrada principal de
la residencia de los gobernantes, estaban unos orcos intentando abrir mientras
libraban una batalla con dos guerreros vestidos de un verde amarillezco estos
no permitían la entrada; y en lobby esta una estatua de Jyorhdan que
estaba erguido mirando hacia el este, con una espada en la mano derecha y un
escudo en la mano izquierda, descansando las armas, pero con la mirada
penetrante y profunda como solo unos marinos podrían describir, azules
tranquilos y desafiantes ante el que quiera entrar de forma no apropiada; en la
habitación solo había 3 mujeres que disponían a salir por la incertidumbre de
las circunstancias, guiadas y protegidas por Serhmael, hermano de Sihel. Sihel bajaba
sigilosamente a paso firme mientras los sonidos que venían de la entrada, se
acrecentaban a cada paso, se detuvo confundido por qué no sabía que hacer y en
un momento se escucho como los cristales y puertas se rompieron en
pedazos y los dos guerreros elfos yacían en el piso y 6 orcos gritaban y
corrían hacia donde estaba Sihel, este desenvaino la espada y esta blandió
cortando el aire mientras atravesaba la garganta de uno de ellos y la sangre
pestilente cayo al piso junto con su propietario, un zaga atravesó a otro y el
recibió un estocada en el abdomen . Sihel aun consiente grito:-
“¡OR-tel`quessir¡”- todo lo que podría aterrar es un grito de guerra llamando a
una deidad temida por los orcos y pasmados ante tal hecho temblaron y
suplicaron perdón, pero durante la batalla que sostuvo Sihel, dio ligeramente
la espalda a la entrada de la sala y entre los gritos de afuera, y todo el
desorden y la excitación, no oyó a otro que se acercaba; Urukher un Jefe Orog
muy corpulento y salvaje, camino sin gritar y alzo la espada y la sostuvo con
dos manos y con la punta mirando hacia abajo le intentaba dar en la nuca y
atravesar al elfo, de nuca a pecho y por la espalda, un orco tirado gimiendo
miro rápidamente a su lider, y Sihel volteo rápidamente de donde se acercaba
Urukher y Sihel blandió la espada por el abdomen de Urukher mientras el
acertaba un golpe en el brazo y pierna del valiente elfo, cayeron los dos
entrando en una trifulca, a lo que llegaron otros dos orcos intentando atacar a
Sihel, pero él se defendió de tal forma que logro levantarse y atacar a
un orco que se abalanzo cargando con toda su fuerza Sihel le asestó el golpe
del pecho a la garganta a lo que cayeron ambos, sihel mirando hacia
el arriba y el orco desangrándose, por la cantidad de sangre oscura el elfo no
logro levantarse el Orog aprovecho y atravesó a por la espalda al orco ya
muerto y debajo del estaba Sihel, y así Urukher impulso la espada hacia
el cuerpo de Sihel, la espada atravesó el abdomen varias veces del valiente
elfo y así Sihel Murió, por la espada de Urukher, bajo los ojos de Jordán, Sihel con los
cabellos relucientes como una cascada y los cabellos caían sobre la mitad de la
cara y en uno de los ojos se podía ver una lagrima que recorrió toda la mejilla
hasta caer la suelo y mezclarse con la sangre ; el cuerpo de Sihel yacía en el
suelo junto con otro orco en una charca de sangre que se iluminaba con el fuego
de la parte exterior del castillo y en las mano derecha solo con la espada y
sin el anillo que alguna vez perteneció a Sihel , el anillo ahora había
desaparecido.
La batalla llego hasta que lathander baño de rojizo a los pastizales
verde-magenta, y la humareda ahora no de polvo se elevaba en el cielo, en los
jardines y plaza central de Lagrand se veían muchos cuerpos, el ambiente
todavía tenso, e intranquilo, muchos hombres y mujeres salieron y lloraron y
otros tantos se alegraron, caminaban entre los enemigos caídos en Batalla, los
Hombres de las tierras del sur de Damara resistieron la batalla y pocos hombres
murieron, a Sihel le quitaron el anillo. Ese día los laúdes y las voces se
unieron, recordando a los grandes héroes de antaño, la música y las voces llegaron
hasta lo mas recóndito del castillo, donde el fuego se extinguió y la luz hacía
gracia de los colores y las sonrisas; y carcajadas se elevaron y al mismo
tiempo muchos lloraron, La plaza del castillo se limpio y el castillo y
murallas se reconstruyeron, nuevas espadas y puntas de flecha se alistaban.
Urukher solo tuvo el anillo en su poder 49 días sin saber cuál era su
fin ni del porque de su existencia del anillo, Olbahid comandante del torreon
mancillado, ordeno a Urukher y a su sequito :
- Una carreta de la familia de los Terratenientes, con una escolta de 12
hombres pasara mañana a la hora tercera por la encrucijada del rió, deben traer
todo en esa carreta sin daño alguno, ¡¡y maten a todos!!- Grito a sus
seguidores. Esa fue la orden de Olbahid, que no fue cumplida del todo, un
hombre sobrevivió, y siguió a la horda de orcos entre la espesura del bosque y
lo ancho de un río, este regreso a la encrucijada y fue a un pueblo cercano
donde pidió concilio y rescate, llamo a la guardia y entre todos los hombres de
este pueblo tomaron venganza. Varios Miembros de la familia de Olbahid cayeron
esa fatídica noche. Olbahid en su huida al mundo subterráneo, logro vengarse de
Urukher por su estupidez y robarle la única pertenencia aparentemente valiosa.
En la jornada siguiente Olbahid guardo el anillo en una simple caja de
madera, con una “M” en color plata en la parte superior de la tapa; la caja no
se abrió en dos años, hasta que se cambio de caja para ponerla en otra más
elaborada digna de una matrona del mundo oscuro; la caja fue entregada como
regalo, el anillo fue visto como un simple regalo de un subordinado para que
este fuera tratado con mayor semblante.
Zuyia, un día mientras ella estaba
sola y las luces opacas y tétricas bañaba la habitación fijo su mirada en el
anillo que traía, lo tuvo en su mano y lo admiró, Zuyia sintió el tibio roce
del anillo, de este se vio un ligero brillo y pareció como si el anillo
recobrara vida bajo toda esa oscuridad penetrante, ilumino todo la habitación
un haz de luz que se escurrió debajo por
la puerta y los guardias que custodiaban, chillaron por el miedo de ver algo
tan insólito, adentro, Zuyia se quedo perpleja y en el sillón que estaba
sentada se acurruco en la esquina, los rayos lastimaron los ojos de la matrona
y esta le temió al anillo, en su silencio Zuyia, valoró el significado
escondido de este anillo.
El poder enigmático del anillo, dio confianza a la matrona y ahora se
expresaba mejor, Las familias de los Elfos oscuros acudían a ella para consejo,
en los concilios sus palabras atravesaban los oídos de todos y el temor para
con Zuyia se Conoció por todas las sombras. Reinó un nuevo orden en el
inframundo. Zuyia, tenia una concejal y amiga ariheda hija de neria . Los
inviernos pasaron y la confianza aumento. Ariheda se convirtió en una matrona
de la familia de los Milithor. Ariheda La hija de neria, tuvo un hijo a este lo
llamaron Demanthor, creció bajo el yugo de la guerra del mundo oscuro, siempre
alerta, cauteloso.
Los años pasaron y una día los hombres bajaron al inframundo, llevaron
antorchas, y aceites, para iluminar los recónditos ojos de sus oponentes;
dentro del gran palacio en una cámara secundaria estaban, Zuyia, Ariheda y Demanthor
junto con otros cuatro guerreros; es una antecamara de las que lleva a una de
las cámaras principales, esta tenía tres entradas una llevaba a la cámara
principal, otra a un pasillo, y la ultima venia de la entrada principal.
Zuyia con voz trémula, y nerviosa dijo a los cuatro guardias, - Es hora
de partir, Uds. defiendan la puerta que viene de la luz, nosotras encontraremos
refugio e iremos por la derecha -, los hombres bajaron la mirada asintiendo lo
que la matrona ordenaba, la puerta que venia del pasillo desde la entrada
principal crujió y los elfos salieron a combatir contra los que se acercaban,
la pelea se desencadeno, y las Mujeres corrieron, hacia la derecha, la puerta
se abrió de un solo patada , las mujeres se detuvieron, y vieron a 3 hombres
altos, con una antorcha, la luz baño toda la cámara, Ariheda cerro los ojos
abrazo a su hijo, Zuyia no se inmuto ante la luz, ariheda corrió a la izquierda
desesperadamente una daga alcanzo el hombro derecho de la mujer, esta cayo al
suelo desmayada, su hijo lloro, pero nadie le presto atención, Zuyia enfrento a
los hombres, estos atacaron sin compasión al igual que la mujer, después de dos
asaltos, Zuyia mato a los hombres y esta cayo gravemente herida, pues 3 espadas
atravesaron su cuerpo y no lo resistió.
Ariheda abrió los ojos, una calma desesperada llenaba la sala, sintió
algo tibio en su alrededor y era Uldhur, lo cargo y miro alrededor, vio el
cuerpo de dos hombres humeando todavía y el otro bocabajo con una daga en la
espalda, les vio los ojos e irradiaban pavor. En frente de ellos yacía Zuyia
matrona de los Elfos de las tierras oscuras bajo Damara. Ariheda Vio la mano de
Zuyia y el círculo plateado, estaba ahí. Ariheda lo tomo, Zuyia le comento en
algún momento acerca de el, mas no la verdad acerca completa. Ariheda lo Tuvo
mucho tiempo, nunca le encontró al anillo algo fascinante, más que la belleza
que el mismo posee. Demanthor se consagro como guerrero en nombre de la
matrona, como regalo recibió un anillo departe de su Madre.
Paso mucho tiempo y el reino de los hombres llegaban frecuentemente a
las fronteras de las cordilleras septentrionales, las entradas al inframundo
eran menos y las pocas que quedaban ya eran resguardadas por atalayas, fuertes
y kaeres, así que los elfos oscuros tomaron la decisión de tomar Lagrand.
Char inundó la noche, la neblina densa bajaba, el aire frió corría
por Lagrand, las mujeres cerraron las ventanas alistaron a los niños y se
custodiaron en los salones subterráneos, los centinelas aguardaban
en su puesto vigía, impacientemente caminaban, ya preparados para la
guerra. En las murallas se avisaban solo las antorchas y las siluetas de
los vigías, entre la neblina y las sombras el aire agitaba las llamas de
la antorchas.
Un gran ejercito del inframundo se acercaba sigiloso desde las
recién tomadas atalayas del norte protectoras del reino de los hombres
hacia a las murallas de Lagrand; La batalla se inicio...
Demanthor estaba en el pelotón de infantería que atacaba al último, a lo
lejos la batalla en su apogeo y el pelotón solo hacían tácticas evasivas entre
los árboles para tener un frente de ataque mejor en caso de que se necesitara;
el cuerno sonó alto en el cielo, llamando refuerzos, el pelotón en el que
estaba Demanthor salió al ataque, entre dardos, flechas de fuego llegaron donde
la batalla se efectuaba, las espadas se blandían ante el enemigo y caían, se
oían sollozos, gritos de guerra, alaridos, gritos de perdón, el patio se baño
de sangre, los cuerpos caían y Ya algunos resistían; la magia de los grandes
magos hizo que Lathander asomara su corona de improvisto, entre las nubes y la
poca neblina que quedaba ... muchos cuernos retumbaron en la bóveda, Lathander
seguía saliendo, y los elfos oscuros gritaban y sentían dolor, haciendo
una retirada repentina de vuelta hacia el inframundo, Demanthor corrió en
retirada y pensando en lo terrible del dolor al ver una luz que nunca antes
había visto pero que en muchos relatos oyó, observo como su fuerza era mayor a
la luz de Latander, impasible, ya en el bosque, en el alba mágico y la luz de
la noche, se detuvo a observa como su fuerza se rejuvenecía mientras sus
aliados chillaban de dolor, la batalla se perdió aquel día, pero Demanthor ya
no tenia por que regresar al inframundo. El único que vio su partida aquel día,
a la luz del alba mágica, fue Uldhur, quien lo siguió celoso a hurtadillas
durante mucho tiempo.
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