Cuentos de Earhä Pt. I

Cuentos de Earhä Pt. 1

Libro I

De la Primera edad de las tierras altas en Aradh-Badhür (Whitenight)

Solo cuando se desvaneció el terrible recuerdo de las últimas guerras de los  Dragónes  y los cuatro ejércitos fue entonces  cuando en las tierras altas, las lunas contaron su paso en papel escrito por los hombres, fue cuando los hombres encontraron regocijo  y una inusual paz en sus corazones, fue entonces que los hombres  construyeron cimientos y empezaron a sembrar sus pastos y a criar animales en lugar de sembrar guerra y derramar sangre, entonces la paz y la tranquilidad había regresado a las tierras altas de Earhä; Paso una generación, en las tierras nevadas de Arad Badhür,  cuando los tiempos empezaron a ser contados, la pauta fue  el fallecimiento de Arghil “el explorador”, sin apellido de madre o padre, pero su importancia redundo a el dia en que  nació, ese fue un gran dia en la historia, fue el dia significativo en que la gran batalla del Dragon Rojo y dos ejércitos cayeron, dichos sucesos fueron para marcar la pauta del fin de la guerra, de tiempos ya olvidados en ciudades que solo quedan los cimientos enterrados.

Arghil  murió, según sus cuentas, a la edad de 38 inviernos o 77 años aproximadamente,  las personas que acompañaron a tan triste dia fue  el sequito que adquirió a través de los recorridos desde las tierras mancilladas del este hasta las grandes cordilleras del norte: mercenarios, guerreros, sacerdotes, hombres de fe y carroñeros, todos ellos fueron los que le dieron el ultimo adiós en un noviembre (o Neth como le dicen los lugareños)  en una madrugada donde al aire arruyaba  fuertemente a los sauces y los grandes pastizales, dichos ssucesos fueron en el asentamiento llamado “Sirid Galad” en las tierras perdidas del sureste, entre los ríos hermanos Arhäs y Amhäs, en el ultimo lugar de descanso de Erghil fue ergido un pequeño mausoleo en su honor  con restos de murallas y emblemas de varias ciudades  caidas a  traves de la guerra, y los hombres que fueron testigos del fallecimiento se quedaron ahí,  descansaron y pensaron por varias lunas para determinar cuales eran los pasos siguientes para establecer orden en el caótico continente.